¿Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar?

lunes, 13 de diciembre de 2010


Mirábamos de pie por la ventana al sol, al cielo, las nubes y a Dios. Sabía yo creer el cuento sin razón al hada, la bruja y a vos. Sabía correr, podía reír y creo también era feliz. La escuela estaba ahí esperando por mí, mi patio, mi banco marrón Todo estaba muy bien si sabía la lección de historia, de inglés o de amor. Siempre fue igual mi profesor, siempre tuvo él la razón. Un día descubrí que empezaba a crecer, sentí, lloré y creí. De pronto fui un varón que no tenia mujer y quise poderla conseguir Que tonto fui se rió de mí, y que iba a hacer, me reí también. Y ahora miro atrás un poco y hace tanto que paso, y todo lo que yo amaba ya no es mío y se escapó. Y ahora estoy tan confundido, niebla y humo alrededor. ¿Dónde esta el sol? ¿dónde esta Dios? Dime quien me lo robó. Y vuelvo a caminar y empiezo a recordar, mi casa, mi padre y Jesús. Y tengo que elegir, es tiempo de partir, mi vida, mi amor y mi luz. No sé muy bien que voy a hacer, quiero a mi fe, quiero crecer.

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El lujo es vulgaridad, dijo, y me conquisto .